Carrillo es el nuevo rector

Al final han terminado unas de las elecciones a rector más enconadas que se recuerdan. La primera vuelta presentó seis candidatos, de los cuales sólo pasaronIturmendi y Carrillo a la segunda vuelta, resultando este último ganador.

 

Es muy importante, para entender lo que ha pasado, tener en cuenta la situación que atraviesa la UCM; El gobierno del rector saliente, Berzosa, ha dejado a la Complutense muy endeudada, y cada vez con menos capacidad para hacer frente a los gastos relativos a su normal funcionamiento. Este agujero económico ha sido agravado por la pésima gestión administrativa de Berzosa, y ha repercutido negativamente en su delfín, Andradas. Por otro lado la situación de acoso a la libertad religiosa, con los casos de las capillas de Políticas y de Historia, han marcado un mandato marcado por la permisividad con los radicales.

 

Esta situación ha convertido el enfrentamiento electoral en una batalla política de primer orden. Los dos ganadores de la primera ronda, José Carrillo y José Iturmendi, representan dos polos opuestos en cuanto al rumbo que querían imprimir a la UCM.

Carrillo, antiguo vicerrector de Berzosa, partía con la ventaja del descrédito de su oponente en su mismo bando, Andradas (abanderado de UGT), que por poco margen no logró pasar a la segunda ronda. Eso significó un importante aumento de los apoyos recibidos por Carrillo, que ya incluían a los sindicatos de CCOO y a las asociaciones más politizadas de estudiantes, donde se encuentran la UHP y Luna Nueva.

 

Iturmendi, en cambio, se alzó con el liderazgo liberal muy pronto. Desde su gestión a cargo de la facultad de Derecho y con el apoyo de Aldecoa y la mayor parte de los estudiantes se opuso a Carrillo en un punto crucial: defendió la permamencia de las capillas en las facultades.

Por desgracia no fue suficiente, el voto ponderado del PAS y la superlativa influencia de los sindicatos en este grupo volcó la balanza a favor de José Carrillo, hijo de Santiago Carrillo, famoso militante del Partido Comunista.

 

La campaña electoral estuvo marcada por un despliegue sin precedentes de publicidad y de argumentos más viscerales que otra cosa, como el cartel que relacionaba a Iturmendi con Esperanza Aguirre, u otro que recordaba que Carrillo fue vicerector de Berzosa.

 

Al final pasó lo peor que podía haber pasado; pues más importante que la gestión económica de un centro es la garantía de que los derechos civiles se van a hacer respetar en el mismo, y Carrillo es, de entre todos los candidatos, el más afín a la UHP y a Luna Nueva, y por tanto el que, con mayores probabilidades, sea más permisivo con los ataques radicales. Ojalá me equivoque.

 

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