Concierto ante el Santísimo

16-V-2011

 

Esta tarde a las 19:30 tuvo lugar en la capilla de la Facultad de Geografía e Historia de la Universidad Complutense de Madrid una oración ante el Santísimo desde el canto y la Palabra ofrecida por la cantautora católica Maite López y un servidor.

 

En estos momentos me faltan las palabras para expresar todo lo que allí hemos vivido y compartido. Desde lo más profundo de mi corazón tan sólo brota una acción de gracias elevada al Creador.

 

Antes de comenzar, pensaba en que seguramente seríamos pocos pero pronto caí en la cuenta que esto no era lo más importante. Los que habíamos decidido estar allí era para estar junto al Señor, estar a su lado para reparar todo el daño que sufre tantas veces y el número no era lo importante, sino la intensidad de nuestros corazones conectados a los latidos de nuestro Señor.

 

Comenzó la exposición con el canto "El amor" de Maite López a modo de proclamación: "Tú, Señor, eres el amor, eres el sentido de nuestra vida". En un momento, experimenté la presencia de Jesús entre nosotros, a través de cada nota, de cada acorde que volaba hasta Él.

 

A continuación, Maite, leyó la Palabra, concretamente el pasaje del lavatorio de los pies, donde Jesús nos dice que nos ama hasta el extremo. Seguidamente nos cantó el precioso canto, inspirado en dicha escena, "Amando hasta el extremo". Nuestras voces se fundieron para expresar nuestros deseos también de servirle de igual modo a Él hasta el extremo.

Llegaron los momentos de silencio para dejar que el canto y la Palabra cobraran fuerza en lo más profundo de nosotros...

 

Miré a mi izquierda y ¡Qué emoción! ¡Allí estaban cuatro compañeros de mi clase, alejados de la Iglesia, sentados ante Tí, Señor! No podía creerlo pero entonces recordé aquella frase que llevo grabada a fuego en mis entrañas: ¡Nada es imposible para Dios! ¡Todo es posible para el que cree!

 Un servidor comenzó a cantar un canto que nació ante el Sagrario, e inspirado en el pensamiento espiritual de Juan Pablo II: Orar. Un canto muy especial para mí que habla de lo que Juan Pablo II entendía por oración y lo que he ido descubriendo en mi caminar en la fe...

 

Mi querida Maite nos habló de qué es adorar... nos habló del valor del sufrimiento, sufrimiento que Jesús asumió y redimió y dio, por tanto, un nuevo significado y una nueva dimensión trascendente para el hombre.

Llegaron los cantos "No me canso de Tí" y "Rema mar adentro" que nos invitaban a entrar en esa aventura de estar junto a Él, de dejarlo todo, si así lo desea, para seguirle pues merece la pena apostar por la causa de Cristo porque, como a mí me gusta decir, "grande es la recompensa de aquel que se abandona en sus manos".

 

Tras ratitos de silencio, una vez más, Maite nos leyó el pasaje de los discípulos de Emaús y nos habló que es tiempo de salir a las calles para comunicar la Buena Noticia, dar testimonio... A continuación cantó "Emaús"...

 

 Llegaba el momento de la retirada del Santísimo y un servidor cantó "Recíbeme" animando a participar a los hermanos allí reunidos. Me sentí uno con ellos cuando escuchaba sus voces fundida con la mía. Me sentí Iglesia.

 

Al final cantamos el "Ave María" de Maite López frente a la escultura de la Virgen María rodeada de flores...

 

Y ahí no acabó todo... Experimenté cómo las oraciones sinceras, sencillas al Señor dan su fruto. Durante la oración oraba por mis hermanos alejados. Y el Señor me hizo un regalo: Mi compañera a quien llamé esta mañana para invitarla a la oración, alejada de la Iglesia, me decía que iba a venir más a la capilla y preguntaba al párroco si habría más adoraciones como ésta y cuáles eran los horarios. Al hablar con su novio que le acompañaba noté lágrimas en sus ojos, las mismas que en estos momentos recorren mi rostro por sorprenderme que Dios actúe a través  de personas pecadoras como la que escribe estas líneas. Sé que es su Gracia. Nada es mérito mío.

 

Fueron muchas las personas que comentaron: "he sentido un momento de Gracia intensa" o "hacía mucho que no oraba y lo he agradecido mucho".

Queridos amigos y hermanos, éste es el camino de Emaús, camino donde Jesús como hoy nos decía en Su Palabra viene para buscar a sus ovejas perdidas, pues las ama a todas y a poco que le abras el corazón entra en él para hacer, como siempre, cosas nuevas.

 

Gracias Maite, ha sido una bendición compartir juntos la música y la oración. Gracias a los que habéis orado desde la distancia pero cercanos de corazón. Gracias a mis amigos que, como siempre, estuvieron allí apoyando...

 

Y, sobre todo, GRACIAS al ARTISTA, Jesús de Nazareth! A Tí, Señor, sea la gloria y el honor!

 

Enrique

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