La facultad de negro y rosa

10-XII-2011

 

El nuevo grupo anarquista de la facultad (que firma sus "actuaciones" como F.I.J.A -esto es Federación Ibérica de Juventudes Anarquistas-) ha cubierto literalmente la facultad con una nueva serie de pintadas provocadas, al parecer, por unos despidos en la UCM. Son más de una docena, algunas de grandes dimensiones, y son imposibles de ver si se entra por la entrada principal. Aparte de reivindicaciones laborales dicen cosas como "Guerra social", "no habrá tregua", "contra toda autoridad, venga de donde venga", y todas vienen firmadas por la FIJA o por la CNT AIT. El nivel del asalto fue tal que hasta en las puertas principales de la facultad puede leerse "CNT AIT" y "UCM explota y despide".

 

Pero esta vez la violencia anarquista no ha tenido sólo como objetivo el "aparato represor", sino a los propios grupos comunistas que también pintan y pegan carteles en la facultad. Un cartel, por ejemplo, de Izquierda Anticapitalista apareció tapado por una "A" anarquista, al igual que un par de carteles del partido comunista PCPE, que fue censurado y tapado con el mensaje "sin liberados". "Reformistas" es el apelativo que acompañaba a una hoz y un martillo fucsias.

 

En el hilo de este enfrentamiento se puede entender el cartel colocado por el grupo autodenominado Historiadoras Anarquistas Enfurruñadas, que transcribimos a continuación y que viene a denunciar que ciertas personas arrancan sus carteles y que, de continuar así, tomarán medidas.


La facultad de Geografía e Historia en este curso 2011/2012 tiende a parecer una reproducción en pequeño de la Facultad de Políticas, Sociología y Trabajo Social de Somosaguas. Las diversas tendencias políticas de la facultad se lanzan a degüello ante cualquier ápice de comportamiento o actitud que pueda poner en peligro los intereses y valores que defienden.

Ahora nos ha tocado el turno a las anarquistas. Desde que ha empezado el curso, no han cesado las “combustiones espontáneas” de nuestros carteles, pegatinas y pancartas, así como diversos boicots y acciones varias, lo que viene a llamarse “política”. Sabemos que estas actividades vienen de parte de individualidades que se autodenominan marxistas y cristianas (pero que no lo son realmente, aunque es otro tema), porque las hemos visto nosotras y nuestras correligionarias de la facultad.

Realmente no sabíamos como comunicar nuestro descontento porque no responsabilizamos como tal a ninguna de las dos asociaciones de la facultad que responderían a tales términos, pero sí a individualidades que pertenecen al menos a una. Por ellos hemos decidido pegar este texto por las paredes de la facultad, y esperar pacientes a que de sus frutos. No vamos a entrar en el lloriqueo en el que la mayor parte de los grupos políticos caen en estas situaciones, pues que se nos sustraiga propaganda es lógico, ello implica que tenemos cierta incidencia y que logramos introducir el dedo en la llaga a quienes creemos que fomentan el autoritarismo y legitiman este sistema asesino. Así que, de aquí en adelante, exponemos lo siguiente:

 

   1.Solicitamos que cese inmediatamente la sustracción de nuestra propaganda de la facultad, salvo cuando lo hagan los bedeles. A nosotras también nos dan tentaciones de quitar todos esos carteles de partidos cómplices con el Capital que dicen ser “obreros”, o los anuncios de misas en la capilla, que sirven de distractor religioso frente a los problemas sociales reales. No lo hemos quitado en pro de garantizar la convivencia en la facultad o, lo que es lo mismo, no empezar una guerra de quitarnos mutuamente la propaganda que sinceramente no nos apetece ahora mismo.

   2.Nuestra cartelería, al contrario que la de las individualidades, nos la autogestionamos nosotras mismas con nuestro trabajo en editoriales o en comedores veganos sin carne de animales asesinados ni drogas (incluído alcohol) que destruyen mente y conciencia propias y facilitan el ejercicio de la dominación de la oligarquía, no recibimos subvenciones del Estado ni del Obispado, ante los cuales escupimos por la represión y autoritarismo que representan.

   3.En caso de proseguir esta “desaparición” de carteles, no tendremos ningún problema en iniciar un “todas contra todas” y dejar la facultad blanca e impoluta de la cartelería que no nos gusta. Conocemos otras formas poco comunes de seguir publicitándonos en corchos y paredes difíciles de eliminar, y que ustedes no podrían poner fácilmente en práctica; efectos secundarios del peloteo y el legalismo con las “autoridades” académicas a las cuales tampoco reconocemos.

   4.Realizamos esta última advertencia porque francamente no nos apetece cambiar nuestros modos de visibilizarnos, pero del mismo modo advertimos que estamos dispuestas a ello y a más en caso de no ver próximamente un retracte traducido en el respeto de nuestras consignas. No os pedimos ni obligamos a que comulguéis con nuestras ideas (de eso ya se ocupan ustedes), sino que deseamos que haya una mínima coexistencia política pacífica en la facultad que, por nuestra parte, ha sido garantizada y, por la de los demás, ultrajada.

HAE (Historiadoras Anarquistas Enfurruñadas)

Por otro lado, el pasado 25 de noviembre tuvo lugar una manifestación contra el patriarcado promovida por la UHP con el lema "si  tocan a una, nos tocan a todas/os". Tuvo lugar en el hall principal y transcurrió sin incidente alguno. Los restos de la misma (una docena de globos colgados en el acceso a la biblioteca y un ataúd de cartón que fue retirado ese mismo día) no importunaron tanto como las beligerantes pintadas (en rosa) que aparecieron por los alrededores de la facultad y cerca de la entrada del metro. En ellos se podían leer mensajes como "A golpes contra el patriarcado", "contra violencia machista, autodefensa feminista" o "si nos agreden, habrá respuesta". Algunas de ellas van firmadas con las siglas UJCE y la hoz y el martillo comunista. 

 

Para finalizar, colgaron un cartel de grandes dimensiones en el hueco de la escalera con el lema "contra el patriarcado" y una joven dibujada en actitud amenazante. 

 

Como nota curiosa, un par de pegatinas y una pintada contestaron a los exabruptos feministas. Las pegatinas, a la sazón bastante más discretas que las que suelen adornar la facultad, formaban una señal de stop con la leyenda "STOP Feminazis", e iban dirigidas a los autores de las pintadas feministas.

 

 

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