Las razones de la permanencia de la Capilla

Las presiones para que se cierren las capillas en las universidades públicas son muchas, y muy distintos los motivos. Aquí no trataremos de contestarles, sino de presentar nuestras razones y argumentos para evitar que retiren las capillas, y más en concreto la de la facultad de Geografía e Historia.

Para facilitar la comprensión de los mismos y evitar confusiones los argumentos se dividirán en tres apartados, que corresponderán cada uno a una manera de ver el mundo y a unas reglas morales distintas, pudiendo así llegar a todos.


Razones para cristianos


Una capilla es la casa de Dios, un rincón en nuestra facultad donde Cristo se hace presente en nuestra vida diaria y nos da fuerzas para continuar. La presencia de Nuestro Señor tan cerca de nosotros nos permite honrarle con más eficacia en nuestros estudios o trabajos, al igual que facilita enormemente el acceso a los sacramentos dentro del Campus Universitario.

Por otro lado, la presencia de la capilla nos hace conscientes de que, incluso en la facultad, somos comunidad, y que seguimos siendo cristianos en todas las facetas de nuestra vida. Nos permite, además, formar un grupo más o menos consciente de sí mismo, facilitando nuestra misión evangelizadora en la universidad.

¿Sabías que gracias a las capillas universitarias y a los capellanes que las llevan, un total de 80 personas van a confirmarse este año? Muchísima gente acude a misa en ellas, aprovecha un rato para adorar al Señor o incluso aprovecha para confesarse, de forma que no podría hacerlo por falta de tiempo de no estar la capilla en la facultad. También se recaudaron 600 euros y gran cantidad de ropa y regalos para la caridad en la campaña de Navidad.

La presencia de un lugar sagrado no está reñido con la secularidad de la facultad. Al contrario, lo acentúa por contraste. Que en la facultad haya un lugar concreto para el encuentro con Dios, donde podamos alejarnos del mundo por unos instantes, es un presente que debemos aprovechar.

La Iglesia no se ve comprometida en ningún momento por la presencia de capillas en lugares públicos, el acuerdo no implica ninguna obligación para con el estado y no condiciona la presencia de la misma ni de los capellanes a ninguna circunstancia contraria a la fe.

 

 

Razones para creyentes


La capilla es un lugar para encontrarse con  Dios, un sitio tranquilo para rezar y  reflexionar, donde reina el silencio. Es un pequeño oasis de paz y  tranquilidad en medio de las clases o del  trabajo, a mano de casi cualquier sitio y  abierta a todo el mundo, sean católicos,  protestantes, agnósticos, budistas, ateos o de cualquier otra confesión religiosa. Por supuesto, siempre que se respete y se use adecuadamente.

El capellán está disponible para hablar con quién quiera hacerlo, sin necesidad de que sea católico o que tenga que escuchar ninguna charla. Es un consejero, alguien con más experiencia de vida y de Dios, dispuesto a ayudar a todo el que lo necesite, como el defensor del estudiante, pero abierto también a los profesores y PAS, el capellán es uno más en el servicio de la comunidad universitaria.

Por otro lado, ni la capilla ni el capellán, ni ninguna institución de la Iglesia reciben ninguna clase de subvención ni ayuda económica. El capellán es el encargado de suministrar lo necesario para la marcha de la capilla, de la que puede beneficiarse toda la comunidad universitaria, independientemente del credo que profesen.

 
Razones para agnósticos y ateos


La capilla es la expresión pública de una realidad social: La mayor parte de la sociedad española es católica, y demanda lugares de culto para ejercer, con libertad plena, su derecho a profesar públicamente su credo.

Ofrece un servicio de carácter espiritual a toda la comunidad universitaria, y está disponible para cualquiera, independientemente de si, por convicciones personales, se quiere usar o no. Es como la biblioteca: cumple una función necesaria, aunque haya gente que prefiera no usarla, y hasta alguien a quien le moleste su presencia entiende la necesidad de la misma.

La capilla no es ninguna sede privada ni es excluyente con los que no son "miembros", no impone nada a nadie y no molesta a nadie que no quiera ser molestado por ella, y en cambio ayuda a muchísima gente todos los días.

 

Conclusión

 

El error más común está en pensar que la Iglesia son solamente los curas y los obispos, que la Iglesia viene "de fuera" de la universidad y no de todos los estratos de la misma. De dentro de ella. PAS, profesores, becarios, estudiantes de grado, de licenciatura, de doctorado, de Historia, de Hª de la Música o de Arqueología son los que componen la capilla. Es la propia iglesia de dentro de la comunidad universitaria la que la alimenta y hace uso de ella. El capellán es un añadido, una ayuda extra y gratuíta de parte de la Pastoral Universitaria, para tener a alguien con más experiencia a nuestro lado, para que nos guíe, celebre la Misa y administre los sacramentos.

No es un ente extraño que se adhiere al cuerpo universitario, sino una parte del mismo que reclama sus derechos y cumple una función esencial, para todos, no sólo para católicos o creyentes. Por lo que no es lo mismo que haya una capilla a que sea una asociación privada, por ejemplo. La capilla es más universal, tolerante, abierta, barata, nada excluyente y mucho más aprovechada que la mejor asociación de cristianos imaginable.